Estandarizar: Una inversión que pocos negocios venezolanos deciden hacer
Durante los años en los he estado laborando, he tenido la dicha de conocer muchas organizaciones que me han enseñado útiles lecciones; las cuales he podido digerir poco a poco para luego aprovechar en centenares de ocasiones. Lecciones que han permitido mejorar mis prácticas, mi estilo, y hasta mis valores, logrando así calar en la base de mí ser. Y la mejora se debe a que tomo lo bueno de cada una, pese a que muchas de esas experiencias hayan sido “desagradables”, por utilizar una palabra promedio para describirlas.
La primera lección, no siendo así la partida para todas las demás sino porque es con la que frecuentemente me topo, es la necesidad de estandarizar. Para quienes no están familiarizados con el tema, se define como realizar alguna acción siguiendo un patrón o modelo. Sí, sé que suena un tanto “cuadrado”, que vayas a actuar conforme a unos preceptos y eso ¡no dejará aprovechar el potencial de tu creatividad!, pero créeme que esa es la concepción negativa del consejo; razón por la cual muchas empresas no lo practican.
El estandarizar, como estrategia para tu negocio, implica que debes:
1) determinar la mejor manera de hacer las cosas.
2) implementarla sistemáticamente.
3) Seguir buscando una manera aún mejor de hacer esas cosas
4) implementarla sistemáticamente… hasta que no necesites hacer esas cosas.
Aterrizando lo anterior significa que, si tu negocio es vender churros, entonces inicialmente debes idear una receta tal que proporcione unos deliciosos churros, la utilizas cada vez que los vayas a elaborar, hasta que consigas una receta más sabrosa para esos churros. Simple, no? El estandarizar se vuelve más cuesta arriba cuando lo extrapolas a otras áreas del negocio, por ejemplo, la contratación de personal, el diseño de tu página web, el mercadeo de tus productos, la inclusión de nuevos servicios…- una lista muy breve considerando todo lo que debemos hacer en nuestro emprendimiento -.
Por experiencia, he notado que eso de ser “cuesta arriba” es lo que no ha permitido que sea una práctica común en los negocios venezolanos. Y al no llevarla a cabo, pocos reconocen que la relación costo-beneficio es muy positiva para quienes ingresan a sus filas el principio de estandarizar. Que un cliente vaya a tu tienda, le guste lo que ve, lo compre, regrese por más y te recomiende como una tienda confiable, es un privilegio que pocos afortunados han gozado. Y ese logro es gracias a que la primera y la segunda experiencia fueron igualmente satisfactorias para tu cliente, algo que la estandarización ayuda a conseguir.
Entonces, si te animas a invertir en tan importante práctica, vas a agregar valor con creces a tu empresa: tus clientes te lo sabrán agradecer, tus colaboradores trabajarán de manera más eficaz, y tú, mi estimado emprendedor, nos estarás acompañando en este satisfactorio camino de mejorar la calidad de servicio de nuestra hermosa Venezuela, necesidad perentoria en la coyuntura actual en la que nos encontramos.